A veces nos cuesta imaginarnos
otra vida en ese otro mundo
que sin embargo está cerca.
Ese mundo
que por momentos nos envuelve
y por otros nos deja en los mismos cordones
de las mismas esquinas
mientras los faroles se encienden apenas cae la tarde,
el frío crece y las formas de las nubes se detienen.
Ahí es donde se capta lo que antes era una promesa
y ahora es una certeza dura y vacía
que nos fuerza a buscar de nuevo
ese otro mundo de esa otra vida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Según avanzaba
Esa tarde, leo ahora en un cuaderno donde anotaba distintas cosas, mientras pedaleaba, veía unos niños que para evitar la lluvia se oculta...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
La suficiencia para hablar debería ser desterrada de todos nosotros en la medida que el alcance de la palabra se limita a u...
-
El estruendo interno como fuente de toda perseverancia así debería ser, así deberían consumirse los días y los cigarrillos imaginarios que...
No hay comentarios:
Publicar un comentario