domingo, 10 de enero de 2021

Frutales


Venían los pájaros y apenas rozaban los duraznos,
ciruelas y damascos, los frutos caían,
y eso tenía un encanto que persiste
al punto que muchas veces lo busco, lo llamo,
lo recibo apenas y lo retengo un tiempo 
que enseguida se pierde.

No hay comentarios:

A la hora de vivir

  Estuve en la casa de las afueras de la ciudad. Durante la noche, las gotas sobre el techo de chapa siempre me producen la felicidad que ce...