¡ Oh, todo perece, todo muere,
ni los ángeles nos salvan!
Nadie nos salva, nadie es capaz
de darnos buenas garantías.
El tiempo pasa sobre estas murallas.
La nubes con el viento también siguen.
¿Y nosotros debemos defender
lo ajeno y lo propio?
Aún te creías capaz de realizar un progreso importante. En tu infancia, un lobo marino se acercaba a tomar los peces que ponías en la ...
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