Estás vos que siente todo y sufre todo
y está el mundo que impacta
continuamente con todas sus fuerzas
en ese cuerpo que permanece como
un arbusto ladeado y prometedor en la orilla.
En la orilla, veías el mar a la espera de una tormenta mientras tus hijos jugaban a un costado. Pensabas en tu padre y en sus éxitos. ...
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