Soñé que iba a un lugar donde había perros que ladraban y gente, gente grosera que andaba entre un montón de vasos pequeñitos de cerveza y muchos papeles por el suelo y más perros alrededor de ellos, y buitres, y más allá un mar turquesa con una arena muy blanca y palmeras bellísimas y una música japonesa dulce y tenue, que se escuchaba a lo lejos, y yo podía disfrutar de todo eso en una extraña reposera de playa de caña. Y cuando me desperté estaba bastante alegre.
martes, 26 de enero de 2021
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