Aquella noche
la ciudad a la que llegaste
estaba quieta
y el río era de un verde
casi azul.
Y confiaste
más en esa experiencia
que en cualquier idea
o postulado.
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
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