Cerrabas los ojos,
y había agua
y más agua,
cayendo,
y pájaros
entusiasmados,
unos y otros,
saltando
sobre el pasto.
Aún te creías capaz de realizar un progreso importante. En tu infancia, un lobo marino se acercaba a tomar los peces que ponías en la ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario