Y cuando vino la noche,
viste las estrellas
entre los árboles.
Y la perra se detuvo
y miró también
para arriba.
O eso te pareció
por un instante.
Los mismos caballos junto a espinillos como oradores al costado del camino. Y a la ida y a la vuelta, la obsesión de no pensar. También el...
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