Visita al barrio de Alfama, en Lisboa. Entro a una catedral algo pesada, con retratos de hombres que consagraron su vida a sostener la Iglesia, que —como toda institución— fue creada para ordenar a los hombres según ciertos intereses. En este caso, previsibles. Desde lo alto, me aparto de esas miradas —obispos, cardenales— y encuentro la vista de la ciudad y del agua, río y mar cuando se encuentran. Así vuelven esos momentos contados, preciados, donde al fin no hay mucho que decir y por un instante capto la paz del mundo, que es inmensa, y es la de Dios, supongo.
sábado, 26 de julio de 2025
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Alfama
Visita al barrio de Alfama, en Lisboa. Entro a una catedral algo pesada, con retratos de hombres que consagraron su vida a sostener la Igles...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario