Doce y cuarenta de la mañana. Se escucha la fuente abajo. Agradezco eso. La noche es fría. El piso más alto de un rascacielos art déco, a lo lejos, desde hace más de veinte años permanece con su último piso iluminado. Tres ventanas a la derecha siempre encendidas que me brindan cierta tranquilidad. Ya es una costumbre verlas así. Y a la vez funcionan como un faro. Hay alguien que prefiere dejar señales para conjurar ciertos miedos. Y su esfuerzo se vierte en otros.
viernes, 25 de julio de 2025
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Rascacielos art deco
Doce y cuarenta de la mañana. Se escucha la fuente abajo. Agradezco eso. La noche es fría. El piso más alto de un rascacielos art déco, a lo...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario