Y más tarde,
hablaste de que naciste
con el píloro tapado
y casi no podías comer.
Hasta que un médico,
de nombre Gianantonio,
decidió operarte
y te salvó la vida.
Y también contaste
que hace años,
cuando mirabas las estrellas,
la virgen
apareció de la nada,
y al día siguiente,
salvaste a tu hijo
de morir ahogado.
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