Esa noche de calor
y luna llena
escuchabas teros,
cosa rara, a lo lejos.
No solían sentirse
durante la noche.
Pero eso cambió
junto al hecho de que
los tordos no fueron más
al gran álamo del fondo.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
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