Muchas de tus ocupaciones
se limitaban a encontrar
una piedra en el zapato;
y a sentir esa piedra
día y noche.
Meditabas tanto sobre esa piedra
que después te absorbía
el trabajo de pulirla.
Caía el sol. Hablaban de lo lindo que sería ver un faro a lo lejos. Una gaviota, al ras del agua, enfrentaba el viento. Contaron l...
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