Eras un pájaro
que iba a cantar
a una ventana
que reflejaba el cielo
azul, no celeste.
Y dos o tres gatos
rondaban la galería.
y adentro, en el cuarto,
dormía tu madre.
En la orilla, veías el mar a la espera de una tormenta mientras tus hijos jugaban a un costado. Pensabas en tu padre y en sus éxitos. ...
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