Quiero anotar que hoy fui a donde siempre en bici, que donde siempre me eché a mirar los pastos y los árboles mientras disfrutaba del canto de los pájaros y que, por primera vez, ahí sentado, sentí en verdad que todas mis preocupaciones no tenían entidad; porque la entidad de las cosas, de pronto, no estaba en ningún lado. El viento corría, los árboles sonaban, los pájaros iban y venían y en el grado más simple y real yo estaba ahí, sentado con ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario