Saliste
a pasear con tu perra después del calor agobiante.
Más
tarde, con dificultad, te dormiste y. mientras dormías,
se
desató una tormenta.
Al
despertar, el viento era fresco. Abriste las ventanas, los árboles se movían;
los pájaros cantaban.
Eras
feliz, feliz como alguien venido de la antigua Grecia.
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