El sol
ocultándose y los mismos caballos junto a espinillos como oradores al costado
del camino.
A la ida y a la
vuelta, la obsesión de no pensar. También la intención de disfrutar de tus
hijos. Se puede disfrutar más de los hijos de lo que ellos disfrutan de
nosotros.
Pero no estabas
seguro de eso; tus impresiones tienden a cambiar, y los pájaros sobre las
murallas a seguir.
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