Tus ocupaciones se limitaban a encontrar una piedra para después encarar el enorme trabajo de pulirla.
En el sueño, estaban los puteríos —mujeres explotadas como gallinas—, y ramas y cañas altas, y después, entre las hojas, hormigas negras, incansables, vehementes, laboriosas, unas y otras, miles en una fila interminable.
En la oscuridad, creíste pedalear en el aire y no pensar. Pero eso solo te llevó a un dragón de Komodo al sol, entre las rocas, ocioso, imponente y mudo.
Intentaste entonces concentrarte en la luna y, para eso, unas vacas en la oscuridad, detrás de los cañaverales, como fieras acechándote, te ayudaron.
Seguiste un buen rato y al final del camino pensaste en no fijarte metas difíciles de lograr, en ir con el paisaje.
[sm1]Bestiario onírico, como un sueño y su interpretación en la última frase. Esta última podría mejorarse: abreviada: “Al final del camino pensaste en no fijarte metas difíciles de lograr, en ir con el paisaje”.
[JV2]No será mejor poner. Para eso unas vacas en la oscuridad…. Es decir,, un punto y sacar la "y"?
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