Frente al río iban unos patos en viaje. El viento era calmo; una garza aprovechaba los últimos momentos para caminar por el agua. No intentaba pescar, solo ir, hasta que la oscuridad bajara.
Esa noche el aire templado en la noche quieta ampliaba el canto de los grillos, los plumerillos casi no se movían y en mi cabeza el camino...
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