Lo que llamabas "ser" poderoso, te explicaba el papa sentado con vos en un banco del zoológico al que ibas de niño, era el reconocimiento de muchos otros, y eso no era poder: eso era ser un instrumento. te explicaba. "Lamentablemente, perdiste gran parte de tu vida en perseguir un espejismo", agregaba con una expresión tan triste que te entraban ganas de llorar, pero que repremías diciéndote que al menos estabas hablando con el papa... Entonces, se acercaban a la verja hacia donde mirabas dos llamas y se quedaban mirándote. Vos temías al poco rato, temías que pudieran escupirte de un momento a otro en la cara... Pero no lo hacían. Solo te miraban con una expresión que no sabías decir si era idiota o sabia...
domingo, 3 de julio de 2022
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