martes, 19 de julio de 2022

En un café de Vía Veneto

 

En Vía Veneto mientras tomabas un café en una mesa de la vereda sin poder dejar de mirar a una italiana con el aspecto de una diva de los años cincuenta, se acercó un auto negro. Tenía el aspecto de los autos oficiales importantes, un Lancia. Alguien bajó la ventanilla y sacó un brazo. Tenía una manga blanca. Muy despacio, hizo una señal con el dedo índice. Sin duda, el gesto estaba dirigido a la mujer que de inmediato se levantó de la mesa para sin apuro subir al auto -que enseguida arrancó-. Y entonces, a vos te dio una urgencia tremenda por llamar al papa para preguntarle si se había llevado a esa italiana... Pero no encontrabas tu celular en el bolsillo. De modo que buscaste al mozo, pero él tampoco aparecía por ningún lado... Desesperado, te levantaste de la mesa para ver si al menos el auto no había quedado retenido por el tráfico. Pero no lo veías por ningún lado... De manera que te pusiste a pensar que esa mujer te iba a obsesionar por siempre, pero lo más seguro es que jamás la volverías a ver... Y en eso un gorrión comenzó a comer unas migas de pan muy cerca de tus pies. Fuiste capaz de mirarlo y el pajarito hizo un gorjeo de inmediato...


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