lunes, 5 de diciembre de 2022

Una nube casi negra


Me fascinaba una nube casi negra, exaltada por el viento, iluminada apenas por un sol que se animaba a ser algo que de a poco llegaba a tener los rasgos de un león para reaparecer después en la contemplación de nuestros hijos. Hablábamos de la mirada sobre los jardines felices. Sobre la infancia y sus historias. De chicos, decíamos, prestábamos atención a cada fenómeno primordial. Gracias a eso el tiempo entonces tenía una contundencia legendaria.

 

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