En la maquinaria de los pensamientos se desenvuelve todo como si fuera parte de esos mismos pensamientos que tocan y moldean los hechos, los objetos incluso. ¿Existe la separación de las cosas, la distancia entre el objeto y el observador? Muchas abejas van hacia el panal, entran, luego salen y por fin dan su vida. Y la dan por el mismo panal que han transitado desde el inicio. Es decir: las abejas saben aferrarse a un objeto. Saben estar íntimamente ligadas a un pensamiento.
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