domingo, 22 de enero de 2023

Sainte-Victorie

 

Caminata por una parte del parque. Ascenso a un pequeño risco desde donde se aprecia la cúpula de Sainte Victorie. Es cierto: la montaña tiene algo escultórico innatos y ese impulso fue acrecentado por la mano de Cézanne. Árboles quietos. Una casa en construcción a lo lejos. Sus trabajadores tienen una música que llega desde la distancia. Cumplen el rol del forjador y el ocupante. Pocas casas se ven a lo lejos. Hacia el monte todo es laderas y árboles quietos. Pero es un tipo de paisaje que denota que no hay nada demasiado salvaje en él. Veo algunas ramitas interesantes. Tomo dos del suelo. Son duras. Viejas y tienen formas plásticas. Agradezco.

Más tarde, visita a otro punto del parque. Un dique, un lago, más gente, aunque no tanta para ser que estamos en europa. Gente amigable; tienden a saludar cuando pasan. Y pasan familias enteras, en bici y a caballo. Mi hijo se sube a un árbol a ver el paisaje y pronto pasa una pareja con buena onda y lo saluda. Luego otros con una expresión más seria, acaso amarga. Pasan a su lado y no dicen nada. 

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