Debo cambiar
mis hábitos.
Cuando haga eso,
las nubes estarán a mis pies.
Y con el tiempo seré el pájaro
que viene a cantar sobre las flores.
Esa noche el aire templado en la noche quieta ampliaba el canto de los grillos, los plumerillos casi no se movían y en mi cabeza el camino...
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