Estás vos
que siente todo y sufre todo
y está el mundo que impacta continuamente
en tu cuerpo que permanece
como un arbusto ladeado y prometedor
en la orilla.
Esa noche el aire templado en la noche quieta ampliaba el canto de los grillos, los plumerillos casi no se movían y en mi cabeza el camino...
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