viernes, 7 de julio de 2023

Un hecho fructífero

Mi día ayer. Mañana algo ocupada por lo tarde que me levanté. Trabajos varios, ayuda a mi hija con un trabajo de su facultad y visita a una galería cercana en busca de una oportunidad comercial que no termina nunca de convertirse en un hecho fructífero. Después, una visita diplomática a tribunales para pedir por un expediente. Astucia y humildad desplegada a través de los años. Eso rinde sus frutos. En este caso, debo anotarlo, el hecho fue "fructífero". 

Debo meditar mejor en torno al sentido productivo que busco a cada paso... El trabajo en la oficina en este caso fue útil. Más que nada fue tedioso, pero al menos obtengo la sensación de haber avanzado. Almuerzo en el lugar de siempre. Bife con papas y luego charla con un conocido a ver si logro avanzar en algo con mi proyecto vinculado a las "bellas artes". Pero en ese caso hubo pocos avances. No termina de armarse la ola por ese lado. Lo bueno es que mientras hablaba por teléfono llegué a disfrutar un poco al sol sentado bajo una palmera sobre la plaza de Tribunales. Después más trabajo. Muy poco. Y al fin una caminata con mi padre hasta un local de restauración donde hablé con mi buen amigo acerca de la posibilidad de avanzar con él en la proyección de marcos de una estética altoperuana para mis esculturas...

A continuación, hice una caminata hasta la iglesia del Pilar a meditar un poco. Observación de obras doradas, fantásticas y vuelta a mi casa donde, junto con mis hijos, vi a mi equipo de futbol pasar a la siguiente ronda de un torneo. Por eso hubo festejos: los tres frente a un momento épico y luego la cena con mi mujer. Es mejor mi vida de lo que muchas veces he pensado. 

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