Se despliegan durante la noche
imágenes espeluznantes
y cuando amanece las cosas
vuelven a tomar su forma.
Muchos son barcos semihundidos
en la bahía.
Desde el muelle la luna parece
más cercana en su blanco refulgente.
Cuando mirás bien, en sus parcelas imaginarias
te parece ver una bandada de patos.
Hay imágenes, palabras y momentos
que te asaltan sin un sentido específico.
Indios que atacan una diligencia.
Y arriba buitres que vuelan en círculos.
Pero hay gente también en tu cabeza,
gente que vive en la pradera de las montañas.
Personas afortunadas.
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