Amaenece nublado y con viento.
Corre el aire después de días agobiantes.
Tu vuelta al taller la piedra
hizo que los dioses,
en lugares apartados del infinito,
gracias a su inmensa capacidad de conectar
con todos y cada uno,
te respondiesen con un viento tibio
entrando por la ventana de tu balcón.
Más allá, viste el río inmenso.
Y pensaste que iba hacia el mar
para ser todavía más grande.
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