Al despertar, para serenarte,
cerraste los ojos. Esperabas
una señal, pero no había
nada en la oscuridad.
Esa luz tan deseada nunca llegó.
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
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