Después, junto al río, vimos a la mujer sentada en las rocas. Peinándose el pelo, cantaba polkas con un voz muy dulce, después de lavárselo. “Debe ser la nueva novia de Anselmo. Trae mujeres de Paraguay...”, dijiste.
En la orilla, veías el mar a la espera de una tormenta mientras tus hijos jugaban a un costado. Pensabas en tu padre y en sus éxitos. ...
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