En las rosas chinas,
cantaban los pájaros
para mostrar su alegría.
Y en ese mismo jardín,
había un árbol y en su tronco
una cuevita donde esperabas
que naciera una estrella.
Una vez más, me levanto con los ladridos del perro de un vecino que se exalta a horas tempranas. Intento seguir en mis sueños, pero son ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario