En las rosas chinas,
cantaban los pájaros
para mostrar su alegría.
Y en ese mismo jardín,
había un árbol y en su tronco
una cuevita donde esperabas
que naciera una estrella.
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
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