En el último día del verano hay sol y mucho calor. El mar, calmo y azul, parece estar esperándome. Entro y me recibe, como si quisiera que nade un poco por su superficie y luego me deje llevar hacia una profundidad mayor. O al menos eso intenta. Pero me resisto y vuelvo a la costa. Al fin toco la arena, camino, miro. Todo sigue hermoso, en su silencio, bajo este sol y este calor que marcan el final del verano.
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sábado, 22 de marzo de 2025
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