Tomamos algo en un café de enfrente más que nada para usar el baño. Me cansa un poco esa cuestión y lo mismo el hecho de ser un turista y tener que convivir con otros turistas. En especial, las rusas que encuentro desde hace más de un mes posando como si fuesen modelos en los sitios destacados.
Por fin Bari. Las afueras tienen edificios modernos y un puente al estilo americano. Voy a una pizzería. Dos bomberos se bajan de una camioneta para pedir su cena. Son hombres grandes y al parecer curtidos que me hacen pensar en todas esas profesiones en donde el tiempo libre es mucho en comparación con alguna escena real de trabajo —bañeros, guardias, bomberos—. Al poco rato, me entregan mi cena, saludo y parto.
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