Soñé con los espacios de campo
que nunca tuve y tanto quería.
Los autos pasan, de tanto en tanto,
por una ruta lejana.
En el sueño,
indios atacaban nuestra diligencia,
y dos buitres volaban en círculos
sobre la pradera,
donde un instante antes
sonreíamos
frente a las montañas.
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