Pasé la tarde en el pueblo
donde estuve con mi abuelo
algunos veranos.
Con el sol en la cara me pregunté
cómo encontrar a la tortuga
que vi hace tanto.
Era pequeña y simpática,
y ahora es grande y adusta.
Y me mira.
Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un costado y mira de frente a la s...
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