Frente a ella tus palabras
no alcanzaban a transmitir
lo que buscabas y así
pasaban los meses y los años.
Las intuiciones e ideas
no llegaban a adquirir
forma sobre los días.
Los fines de semana
había paseos, a veces
espectáculos infantiles;
después se decían buenas
noches y callaban.
Hasta que una madrugada,
los árboles estaban quietos
y la nieve caía.
¿Dónde estarían los pájaros?
Seguiste mirando por la ventana
como si pudieras encontrar algo.
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