jueves, 27 de octubre de 2011
La mujer que aflora
Ayer cené con una mujer deslumbrada con un equipo paraguayo que para en su hotel. Después de escucharla me pregunté si la penetración podría ser ejecutada enteramente por ella. Es decir, pensé en que lo único que le faltaba, en su carácter de gerente de una multinacional, es el poder de la violación. Cuando le dejé de vuelta en su hotel me hizo preguntar el nombre exacto del equipo: era Olimpia.
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