viernes, 28 de diciembre de 2012

Tarot, la justicia


No hay otra cosa; una pluma cae hacia el piso. Que es el mar, transparente. Una noche de verano, que no tiene viento, ni voces, ni otra cosa. Sólo pequeñas olas. Llegan a una costa que exige caminarla porque tiene de tanto en tanto cartas y fotos. Relatan lo que les pasó a quienes nos antecedieron. Veamos. El relato no es muy diferente al nuestro. Repetimos nuestra condición en lugares que no podemos nombrar. Imaginamos cosas, tenemos deseos que no podemos cumplir, y nos conformamos menos de lo que debiéramos. Y a nuestro lado hay guacamayos multicolores, y no dicen nada.

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