La Rioja

Los cactus que suben por las sierras
afectan la indiferencia que reina
en esta parte del mundo en donde,
por suerte, existen unos loros hermosos
que van de arriba hacia abajo
y nos permiten soñar con un vuelo
tal vez bajo, pero vuelo al fin.

Un desierto hermoso

Un enlance con todo lo que existe
para las hormigas, que gobiernan
tierras inhóspitas y van en fila
en un desierto hermoso.

La sangre y todo lo demás

La sangre y los viejos acantilados ahora muertos
las botas con ese lustre especial,
los caranchos arriba, girando, enfrascados
en hallar la presa.

Las mandíbulas de los tiburones esparcidas por la playa,
y la arena que vuela por un viento pertinaz.
Cuando lo escucho, dice palabras incomprensibles.

Una esfera polar

Una esfera que aloja la nieve
que flota en todos los mares
para que los chicos jueguen.

Se acercan los pingüinos,
las focas y los osos polares
que van arriba con el tránsito

Tierra riojana

Una sucesión de montañas que añoran como una aire,
que a veces se presenta, para darle al paisaje un carácter
todavía más inerte, más concentrado en algo
que puede tener que ver con un raid por las telas.

Estanislao Guzmán Loza

Los colores tienden a deslucirse mientras él decide lucirlos
como si tuviesen fuego en el origen y fuego en su concreción.

Y al mismo tiempo, la delicadeza que tiene el desierto con su silencio,
su abandono y su incertidumbre

Reino animal

Se alzan las montañas en su estado de quietud
que anuncia lo intrincado de saber
más de lo que uno sabe.

Porque así son las cosas.
No quieren que las aprehendamos
porque si lo hiciéramos dejaríamos de soñar
con los miles de animales que las rondan al mundo
de un hálito intenso y profundo.

Una Santa Rita

Una planta que cubre un patio de lo más triste.

Una belleza con tonos de la intensidad de sus flores
que supera al color.

Se abre la montaña para que aparezca una hormiga negra

Se abre la montaña para que aparezca una hormiga negra
de un tamaño inmenso. Se acerca a mi cerebro, lo recorre
y le come parte de unos nervios muy finos.

Desde el fondo de la montaña se escucha:
"Es para que funcione mejor la mente."

Y como no se qué decir,
digo: ¡Ah, bueno, gracias!

Ese loro

Hay un loro que me mira
y me habla de la vejez y de la muerte
de las estancias inmensas del Norte
de las flores que son inmensamente hermosas
en la medida que se extienden como mares
por donde pasan trastlánticos imaginarios
en función de un ritmo muy pero muy
lento. 

Hay un loro que me mira y habla de las
últimas noticias que tratan sobre la vida
de los seres humanos. Como si le importase,
le digo. Y me importa, me dice
en la medida que el clima acompañe,
y casi parece que sonríe.
Ese loro, el que habla.

Baúl arcaico

Se abre la montaña
como un baúl muy arcaico
que guarda montones de juguetes
que debido a sus tintes infantiles
nos depositan en todos los cuadros
que amamos cuando éramos chicos
y los días eran muy largos.

Laguna brava

Una montaña que se abre
para que salgan un grupo de flamencos
en busca de un espejo de agua inmenso
que, según saben, los espera a mucha altura
para que ellos contemplen el agua
y sean a su vez contemplados
desde el fondo por los peces.

Descubrimiento

Una montaña que no se abre
sino que permanece
los siglos de los siglos
a la espera de quien la descubra
de una manera que le permita
brindar al mundo
                        lo que aloja
para que salga a la hermosura del día
que solo en la plenitud de un tiempo
 se exalta.

Como un perro

Hoy camino para salir y echarme al sol
como un perro al que le gusta disfrutar
de eso que tiene a mano.

El malón

La montaña se abre
para que un malón salga
en busca de carne cruda
rodeada por moscas enormes y azules
que en la cultura de esa montaña
-ahora abierta-
resulta un manjar inconcebible.

Azul hermoso

Se intensifica en la medida
que uno se acerca para tocar
lo que alguna vez estuvo ahí
y ahora se encuentra más y más al fondo
de todo lo que está por explotar
gracias a la luz que convierte a los objetos
en elementos fulgurantes que deben desaparecer
por su excesiva hermosura.

Una garza

Una garza que baja de una palmera
para tomar un grano de arroz
que reposa fuera de su planta
listo para que ella lo tome
y vuele, y yo la vea.

Un delfín

La montaña se abre
para que salga un colibrí
que llegue hasta nuestra playa
y nos escupa un delfín hermoso
que muerto depositamos en el agua.

Los ilumina

Las motos, el tráfico, todo transcurre
bajo un sol inmenso que cubre a los seres
que tal vez piensan en él de los modos más
increíbles posibles, mientras que él
                         los ilumina.

Se abre la montaña

Se abre la montaña
para que se vea un monstruo
que duerme custodiado por un perrito
blanco muy lindo y dos guacamayos,
parece que guarda un tesoro pero no es así,
duerme de lo más plácido.

Sus perros y los míos

Frente a la montaña
un hombre muy humilde
toma sol hasta que el sol se oculta
y él camina con lentitud hacia su rancho
y me saluda, así como también saluda
a sus perros y después a los míos.

Ahora la montaña se abre

Ahora la montaña se abre
y deja ver un vaso de agua
que en su interior tiene un valle
muy hermoso que parece reflejar
un cuento infantil
que alguna vez escuché

Una garza

Una garza
que antes de levantar vuelo
mira hacia varios lados
y aunque no parezca
nos tiene en cuenta
y después parte.

Una daga rusa

Una daga rusa
clavada en el fondo
de un río que pasa
por el fondo de todas
nuestras casas alegres
a la vera de montañas
a la espera del invierno.

las montañas nevadas

Montañas nevadas que se muestran
hasta las ventanas del pueblo
que reposa mejor cerca del blanco
que permanece a una distancia
             amigable.

Un montaña que se abre

Una montaña que se abre
para que de lava ardiente
aparezca un poeta
que no habla por años
hasta identificar
                       su idioma.

neurosis

La fantasía de la exhumación

de un profundo centro

que habita en la mente

de manera desenfrenada

o la imagen de

un tero defendiendo

su nido oculto

Los bañistas

Un grupo que se aleja

para determinar así

una esencia que acompaña

a los que al fin se pierden. 

Raúl Russo pinturas

Siguió con su color hasta que el color armó
lo que la infancia dice con la dulzura
que tienen las fieras
antes de salir de la sábana.

August Macke en Túnez

Un mar de colores esfumados

hasta convertir a las palmeras

en mantos por donde

las sirenas se deslizan

con tanta rapidez

que uno las recibe, una tras otra

y las mete dentro de sí, en vez de

uno entrar en ellas

como había soñado.

 

Sábanas de seda

Un espacio en donde las arañas

se mueven a un ritmo muy lento

con la esperanza

de no despertar a nadie.