Archivo del blog

jueves, 31 de julio de 2014

La sangre y todo lo demás


La sangre y los viejos acantilados ahora muertos
las botas con ese lustre especial,
los caranchos arriba, girando, enfrascados
en hallar la presa.

Las mandíbulas de los tiburones esparcidas por la playa,
y la arena que vuela por un viento pertinaz.
Cuando lo escucho, dice palabras incomprensibles.




No hay comentarios:

El examen

Optamos con mi hijo por ir a desayunar afuera, justo en la mesa que ocupa el vértice entre la galería de un  costado y mira de frente a la s...