Los mandamientos te aceleran por todo el patio.
Con el corazón a mil, ves la mismísima cruz.
Abajo las azaleas y las begonias.
Eso te tranquiliza.
Cristo padeció por nosotros hasta morir
para después resucitar y ascender.
Era hijo de Dios y un pescador.
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jueves, 21 de agosto de 2014
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