Los mandamientos te aceleran por todo el patio.
Con el corazón a mil, ves la mismísima cruz.
Abajo las azaleas y las begonias.
Eso te tranquiliza.
Cristo padeció por nosotros hasta morir
para después resucitar y ascender.
Era hijo de Dios y un pescador.
Archivo del blog
jueves, 21 de agosto de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Buenos Aires Iguazú
Vuelo Buenos Aires Puerto Iguazú. Me cuesta abandonar mi hogar, mi zona de confort, el centro conocido en donde suelo sentirme encerrado, pe...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Viajo junto a un hombre pequeño, de mirada afable, con un gesto de humanidad comprensivo con el prójimo. O al menos lo supongo cuando lo s...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario