Los huérfanos tristes en la
imaginación de cada cual
mientras afuera nieva
y eso también es otra cosa más
que te imaginaste
en los alrededores
del peñasco donde sobrevivís
valorando el juego que tienen
los cuadros, la dedicación de
otros para remar contra la corriente
y al fin emerger -muchos después de
muertos- y eso te apena, como te apena
la fuga que se da en los días en pos
de otra dimensión que está en cada una de
las cosas y que la gran mayoría del tiempo
permanece insondable
como si ellas, la cosas,
no quisieran ser develadas.
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