viernes, 15 de julio de 2016

Paciencia y silencio

Los chicos suben al ómnibus en la puerta del colegio
 para ir a un día en el campo
que supongo será tan fabuloso como lo fueron
los días en que tiempo atrás, en el medio de la dorada
e inabarcable pampa, permanecía atado a un montón
de cosas sobrenaturales que tenían la bondad
de evadirme de lo brutal y desapacible que traían los días.

Hasta que ese mecanismo creció y creció,
de forma tan desmedida, que se convirtió,
ya de grande, en una carga delirante,
que con mucho esfuerzo, tuve que desarmar

día tras día con paciente dedicación. 

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