la liviandad en nosotros,
aunque estemos unidos a grandes ciudades
alejadas de pirámides con luces declinantes.
alejadas de pirámides con luces declinantes.
Porque después de nuestros actuales deseos,
vendrán otros, y después
otros,
en una serie de pétalos naranjas y rojos,
que serán cada vez más amarillos,
hasta que llegue una paz
que no es el fin sino el sosiego
desde donde circularemos para ser
más de lo que somos.
que no es el fin sino el sosiego
desde donde circularemos para ser
más de lo que somos.
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