Las cosas se movían con rapidez
y después ahondaban cierta lentitud,
y más adelante se quedaban estáticas,
como a la espera de una perfección ya innecesaria.
Para entonces estábamos sumergidos
en un ir y venir por los médanos de una playa
que recorríamos otra vez con el entusiasmo
de cuando éramos incapaces de tener
otra cosa fuera de un sentimiento fugaz.
Y cuando creíamos que habíamos llegado
donde las cosas adoptan una forma tan palpable
que puede ser relatado, en las rocas
descubrimos la experiencia que destella:
la casita de la Virgen de los pescadores.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Sueño
Soñé que estaba en un ómnibus en una ciudad francesa —tal vez Lyon— y no sabía bien dónde debía bajarme. Después de dudar y no animarme a ...
-
El genio rockero me miró con sorpresa y después, víctima de cierta discordancia, tentado, me respondió: “Okay my lord”. Se volteó y preguntó...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario