Tal vez hoy, después de tantos años,
logre incorporar la posibilidad de rozar
el punto de la línea que convoca a los trenes
que llegan a la estación donde bajan
unos pocos poetas a pronunciar
lo que uno deseaba decir
pero no podía extraer
de una cantera oscura y húmeda
donde se ven algunas pocas
y fluorescentes algas.
jueves, 8 de noviembre de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La noche quieta
Te sentías mejor gracias al aire templado en la noche quieta. Esa tarde los grillos cantaban, los plumerillos apenas se movían y el ...
-
Creo que es mejor que les cuente un poco de Carola. Una premisa que no es sencilla porque mis percepciones cambiaron con los años de manera ...
-
Vuelvo de la playa abrumado. Y lo peor no es esa sensación tan grande, lo peor es cuando la realidad te persigue y te alimenta: hoy iba por ...
-
Y desmoronado como estaba recibí el lazo sagrado. Entró en mí el juguete voluptuoso de Flavia. Y cuando entró, empecé a sentir un dolor que,...
No hay comentarios:
Publicar un comentario