lunes, 30 de septiembre de 2019

¿De qué depende la inspiración?

La disposición para adentrarnos en vetas, caminos y secuencias, ensayos que realiza la mente, tal vez lo más pequeño y potente de ella, su función más íntima y valiosa -que no todos los seres humanos disponen en igual medida-.

Ella, que es capaz de tomar las secuencias, no ya de su propio pensamiento, sino de los devenires del mundo, esos que entrelazan las cosas y crean realidades, las más profundas, las que van como ríos de lava invisibles por el espacio y determinan la forma de los acontecimientos. El molde creativo del universo.

Sí, la inspiración a veces puede captar eso: pequeños atisbos de un algo -como ella inmaterial- pero mucho más grande.

No hay comentarios:

De pronto

  De pronto, todo en mi vida era perfecto. O tal vez, ideal en el sentido de que era todo lo que debía ser. Y cuando digo todo, hablo tambié...