Cuando cerramos los ojos
y vemos lo que no vemos,
casi seguro se nos aparecen
los días recobrados
en la forma de esencias
capaz de hablarnos
de la extrañeza y de las dolencias
que intentamos aplacar en el cemento
de los parsimoniosos gestos
que no tienen valor
fuera de una propuesta
que nos llama
desde una voluntad suave y lejana.
miércoles, 13 de noviembre de 2019
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