los dioses nos pueden
devolver la alegría
que teníamos
hace mucho
cuando la expectativa
era tan fuerte que rondaba
al inicio de lo no vivido
pero sí vislumbrado
y esperábamos
encima de la opacidad
que imponen los días
cuando sobrevienen.
De pronto, todo en mi vida era perfecto. O tal vez, ideal en el sentido de que era todo lo que debía ser. Y cuando digo todo, hablo tambié...
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